Hoy 17 de enero.
Desperté con un fuerte dolor de cabeza, me ardia la cara aunque tenía las manos frías y todo a mi alrededor parecía distorsionado. Era casi parecido a cuando te levantas con resaca con la diferencia de que yo no habia ido a una fiesta.
No estaba muy segura de si los sucesos acontecidos anoche hacían parte de mi realidad o fueron un simple sueño, estupido y extraño, yo por mi parte, deseaba que, en efecto, fueran solo un sueño.
El dia estaba claro y fresco, tal como me gustaban, el cielo azul se reflejaba en los charcos de anoche, cuando llovió.
Miré mí celular, eran las 7:00 am, todavía estaba temprano pero quería comenzar el dia bien, asi que decidi ir a la cocina, el estomago me rugia.
Me preparé un sandwich, y un jugo de naranja y me senté a la mesa. Al parecer el atentado de ayer en la capital no tan grave como lo anunciaron en la tele pero aun asi, era una clara muestra de lucha subversiva.
Mama se despertó y entró en la cocina con ese tipico gesto apatico suyo que hacía que toda su imagen de madre protectora se desmoronara, aunque tenia que admitir que se vei bastante graciosa.
Ni siquiera notó que yo estaba en la cocina y se dirigió al estante para sacar el café y prepararlo.
-Buenos dias, mama!- casi grité efusiva-
-verdammt noch mal!- gritó mamá al tiempo que tiraba el jarro del café y este se partia en tres trozos grandes.
-Mamá! Cuida esa boca.
-Joder, Sole, ¿que haces aqui tan temprano?
-esta es mi casa!
-pff, no me refiero a eso! quiero decir que que haces levantada tan temprano?
-Ah, eso, es que tuve un sueño raro y me despertó
-Oh, ¿que clase de sueño?- mama puso una cara extraña mientras se disponía a recoger los pedazos de cerámica, yo terminé de desayunar, lleve los platos al fregadero y le pasé el recogedor y la escoba a mamá.
-Oh, no, nada importante en verdad- le resté importancia al asunto y ayudé a mama a recoger la vasija rota.
-Ah, gracias, sole, ¿no iras a la pileta hoy?
-Emm, no se me antoja mucho la verdad, igual tendria que decirle a Jory, no quisiera ir sola.
-Serene, no me gusta esa relacion que tienes con los hijos de Renata- sentenció mama con un tono severo
-Pero mamá, no ha sido culpa mia- repuse yo con un cierto tono infantil.
-Serene Alysha Muller, desde que estan relacionandote con ellos, has estado mas y mas enferma, anoche casi me da un infarto cuando te pusiste tan mal!
Joder cuando tu madre dice tus dos nombres y tu apellido es por que va muy en serio.
Tragué saliva, y reuní todas las fuerzas para poder contestarle a mi querida madre, muy a mi pesar, claro.
-Ettel Libor, el estado de mi enfermedad no depende directamente de mis relaciones personales, el que este mal o no con los Gander no quiere decir necesariamente que vaya a empeorar, debes dejar de ser tan paranoica, me pones de los nervios, mujer!- mama quedó con la boca abierta, su hermoso cabello rubio caia a los lados en su rostro y hacia juego con sus ojos color miel; Yo era la viva imagen de mi madre, solo que yo era un poco mas alta. Ambas teniamos el cabello rubio y los ojos color miel, la piel blanca y suave, a ambas nos gustaba el color amarillo y nadar, ambas eramos el complemento de la otra.
-Mira, niña, tampoco es para que fueras tan grosera - respondio ofendida y a la defensiva- intento protegerte, si recaes de nuevo el tratamiento será mucho mas...
-Si, ya se todo eso mama, perdona... no quería ser grosera es solo que tengo ... mucho estres acumulado- mama suspiró pesadamente y se dirigió a mi, por supuesto jamás pensé que ella me pondría una mano encima, pero hoy era un dia de primeras veces al parecer, asi que retrocedi un paso, ella no lo notó, agarro mi cabeza y me atrajo hacia si.
-Hija mia, mi unica hijita, tu madre solo quiere lo mejor para ti. Solo quiere que estes bien, y que...- ahogó un llanto y hundio su rostró en mi cuello- que sobrevivas...
-Mama?- sentí algo calido y húmedo en mis hombros, ella habia comenzado a llorar amargamente pero en silencio.
-Mami?- intente decir su nombre pero no me salía.- Mami, mamita, no llores no fue mi intención...yo
-Serene, esto es tan duro para mi como para ti. Desde que se fue tu padre ha sido tan difícil, no entiendo por que nos abandonó si eramos tan felices- ahogo de nuevo el llanto para despues retomarlo con mas fuerza.
Solo me quedas tu, no me hagas mal tu también- ella me rodeó con sus brazos y yo acaricié sus cabellos lacios, recosté mi mejilla en su cabeza y le dije en tono bajo -Mamá, jamas voy a hacer lo que hizo el, tampoco permitiré que alguien mas lo haga, por favor, perdoname- ella me agarró con fuerza y luego me fué soltando poco a poco.
-Gracias mi cielo, necesitaba oir eso.
-Tranquila mama, somos tu y yo, juntas ¿vale?- di dos pasos hacia atrás y le agarré el rostró con las manos, escudriñé un poco en sus ojos para ver algo, en ellos de asomaba claramente una tristeza pero ya no tan fuerte, el dolor se habia desvanecido casi por completo. Suspiré pesadamente, al menos sabia que ella se habia desahogado, se notaba en todo, que se sentia mucho mejor.
-Oye, pero no me mires con esos ojos, hija, da grima.
-No tengo mas!- respondi divertida, esa conversación habia destruido casi literalmente con un martillo toda la horrible tensión que se podia sentir en la casa, y para rematar casi muero de risa con mi tonto comentario
-Ya, ya, seria muy raro que tuvieras mas ojos. Entonces...- dijo ella torciendo sus ojos a modo de disculpa- iras a la piscina al fin?
-Eh? Ah si si, voy a llamar a Jory- contesté alegremente y sali corriendo a mi habitación
-Vete a bañar primero eh!, ayer no lo hiciste
-Que si, que si mama, ya voy!
Estaba euforica, todo el ambiente de reproche y lastima se habia esfumado, como si se lo hubiera tragado un fantasma o algo asi.
Me bañé en dos canciones y media, y sali de mi cuarto, ya vestida y arreglada, totalmente renovada.
-Mama, ya estoy lista!
-Esta bien hija, las llaves estan en el mueble al lado puerta de la cocina.
-Vale, gracias. Nos vemos al rato, madre
-Que los angeles te acompañeñ hija mia.
Sali de mi casa con rumbo directo a la casa Gander, Jory vivia en un apartamento grandisimo, digno de una familia adinerada y poderosa, al final del pasillo, el recinto ocupada casi todo el piso del edificio. Demasiado grande para mi gusto.
Toqué a la puerta 3 veces, y cuando iba para la cuarta abrió la puerta un tio pelinegro con los ojos verdes con cara de leche agria y fumando un piti café. Seguro no me habia reconocido sin mi cara de medio zombie y sin un monton de agujas incrustadas en mi cuerpo.
-Tu... Yo te conozco- puso ojos chinos para luego esbozar una amplia sonrisa.
-Muy buenas, señor Gander, hace muchísimo tiempo que no le veia.
-Pero si tu eres la hija de Ettel! Anda ya, mira como has crecido, estas muy hermosa, ya me habia dicho tu madre que su hija era bonita pero tu te pasas!
-Ah, jaja, no es para tanto, señor Niklauss- respondi apenada y de inmediato me acordé de lo que venia a hacer- Umm, señor Gander ¿esta Jory en casa?- formulé la tonta pregunta a modo de salvación puesto que era obvio que a esa hora, Mi sole aun estaria en su cama, ya despierto. -Ah, si si, pasa, ¿iran a la pileta de nuevo?
-Pues si, el nuevo instructor es muy bueno y nos da un monton de consejos. -Vaya! me alegra mucho de que mi hijo se junte con chicas buenas como tu, eres muy buena compañía para el.
-Si, claro- respondi sarcástica, aunque por la sonrisa del ojiverde pude notar perfectamente que el no lo notó.
Me salvé.
Entré a la habitación de Sole sin mas reparo, y me planté al lado de su cama con mirada de asesina serial.
-Jory Gander, ¿esta usted listo para volver a la cárcel?- menuda estupidez, pero al menos cumplió su función, un medio dormido Jory, se despertó preso del pánico articulando silabas ininteligibles y zarandeando sus manos a todos lados.
-Nooo!, a la cárcel no, soy inocente!- suplicó el pelinegro sollozando.
Estallé en una sonora carcajada que hizo eco en la amplia habitación.
-J-jory, menuda cara has puesto, esa expresión es invaluable, dios! me muero de risa
-PERO HABRASE VISTO, SERENE!
-Feliz dia del idiota, sole, no te sulfures tanto
-Joder, casi me da un ataque!, donde mis padres te hayan escuchado diciendo eso, me crucificaran!
-Nadie ha escuchado, han salido todos al parque a pasear, segun ellos. El cuerpo de Jory se relajo de inmediato, y su rostro livido, muto de nuevo a su tono original.
-¿Estas listo para hoy?
-Claro!- respondio el ojiverde con malicia- hoy será un dia estupendo- se metió en la ducha y salió en minutos, medio vestido y secandose los cabellos.
-En cinco estoy listo.
-Esta bien, te espero en la sala vale?
-Vale, Sole, hoy será un dia inolvidable.